El 03 de octubre se llevarán a cabo las elecciones en el Perú para elegir las nuevas autoridades regionales y municipales, así como aprobar o desaprobar el proyecto de ley presentado por la Asociación Nacional de Fonavistas de los Pueblos del Perú para la devolución de los aportes de los trabajadores que realizaron al FONAVI.
Sobre estas elecciones debe precisarse algunas reflexiones importantes, en particular sobre la importancia de las dos primeras, pero particularmente sobre el significado del tercer acontecimiento. Como en ninguna elección anterior, en esta oportunidad, hemos sido mudos testigos que ésta mal llamada "fiesta democrática" se ha convertido en un festín, en un circo o como titularizo un diario en un chongo, pues además de escuchar todos los días insultos, diatribas, mentiras; los candidatos se han presentado con su mejor cara, como las personas más honorables, honradas y honestas, vendiendo lo mejor de sí, como sí la población se olvidaría facílmente del faeneon de los petroaudios, el negociado de los terrenos por COFOPRI, del diezmo que cotidiamente se cobran en casi todas todas las instituciones del estado para conseguir algún favor o beneficio, es decir la corrupción institucionalizada en esta democracia de papel. La mejor educación que se ha podido realizar en estas elecciones a las nuevas generaciones es que con la mentira, con el macartismo y con el dinero se consigue una elección; y en el peor de los casos que se hicieran propuestas o programas sustentados "técnicamente" y por los cuales se obtendría la mayoría de votos, una vez conseguido tal propósito se traicionaría dichas promesas electorales por que atentaría contra "la estabilidad económica y jurídica del país"; la experiencia reciente está plagada de ejemplos, así tenemos que el actual gobernante del Perú ofrecion revisar letra por letra el TLC con Estados Unidos, eliminar las services, la renta básica y otras, al final hizo todo lo contrario; el señor Fujimori ofreció el no shock en hizo lo opuesto; con tales credenciales de coherencia entre del decir y hacer el pueblo no les cree, a pesar el terror psicológico y propaganda mediática que se haga.
El derroche de recursos se toma como una inversión que luego de ganada una elección -gobierno central, parlamento, municipalidad o región- se recuperará con creces; de allí que para muchos los "políticos" sean una clase, desvirtuando la esencia que de las clases tienen las ciencias sociales, que consideran que las clases sociales son los grandes grupos de hombres que se diferencian entre sí por el lugar que ocupan en un sistema social de producción y distribución históricamente determinado; pues éstos políticos más se aproximan a la clase improductiva como denominaba Smith a los bufones, jurisconsultos, charlatanes, reyes, que se apropiaban del trabajo de la clase productiva. De allí que desde años o décadas muchos de nuestros parlamentarios y gobernantes sean los mismos y mantengan los vicios y las taras de una sociedad en crisis total. Según estudios sobre la democracia en el Perú realizada por algunas instituciones internacionales como el Banco Mundial, el PNUD, entre otras, encuentren que la percepción de más del 60% de peruanos no crean en este tipo de democracia.
Finalmente, sobre el referendum fonavista se puede destacar algunos hechos: en primer lugar, es una lucha de más de diez años llevada a cabo por un grueso número de trabajadores y ex-trabajadores que aportaron la FONDO NACIONAL DE VIVIENDA (FONAVI) desde 1979 hasta el 2008, que fue reemplazado por el Impuesto Extraordinario de Solidaridad por Fujimori; en un primer momento recolectaron miles de firmas para presentarlo al JNE y éste lo derive al parlamento como una inciativa legislativa, la misma de no ser aprobada sea convocada a referendum para su aprobación o desaprobación por el pueblo; sin embargo en el gobierno anterior y bajo presiones del más grande lobbista Kuskinsky el JNE denegó tal convocatoria argumentado que no se someten a dicha consulta materias tributarias y presupuestales. En segundo lugar, los fanavistas no se quedaron con los brazo cruzados y continuaron con su batalla legal ante el Tribunal Constitucional quien finalmente resolvió que los oportes al FONAVI no son tributos y el referendum es constitucional, además ordenó que el JNE lo convoque; pero ese mismo JNE se negó a convocar nuevamente a elecciones en complicidad con el actual gobernante, aduciendo razones de presupuesto. En tercer lugar, se cambia la composición del JNE y con la presión permanente de los fanavistas el nuevo pleno del Jurado convocó para una fecha anterior el referendum, pero el actual gobernante y sus ministros recurriendo a triquiñueladas no dispusieron de los recursos necesarios para tal evento, por lo que el Jurado se vió en la necesidad de postergar su realización conjuntamente con las elecciones regionales y municipales del 03 de octubre. En cuarto lugar, este referendum tiene una trascendencia histórica pues por primera vez en la historia peruana se consulta la aprobación de una ley a la población del Perú, de allí la oposición y el silencio de los poderosos de siempre y esperamos que el pueblo con su sabiduría, inteligencia y combatividad sabrá derrotar en su propio terreno a los defensores de la corrupción, el saqueo de los recursos naturales y serviles de las potencias extranjeras.
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